sábado, 20 de noviembre de 2010

Cuando ya no importe de Juan Carlos Onetti

Cuando ya no importe de Juan Carlos Onetti es una obra de compleja composición, por ellos podemos afirmar que estamos frente a una literatura de ruptura; típico de la corriente vanguardista en que su autor pertenecía.
La estructura de la obra presenta una novedad al resto de las novelas tradicionales  a las cuales estamos acostumbrados. Ésta no está dividida en capítulos, sino que está conformada por una serie de apuntes que él protagonista realizó durante su vida.
Los apuntes sólo presenta una fecha la cual alude al día y mes, la falta de un año genera que el lector no pueda asentarse firmemente en un tiempo determinado. Ya que la falta de información nos lleva a dudar cuál es el tiempo transcurrido entre los apuntes.
La narración presenta dos variables, en la mayor parte del relato los diálogos se realizan en estilo directo, o sea, reproduce las palabras exactas de los interlocutores, para indicarlo utiliza guiones:
“(…)cuando Elvirita preguntó:
-¿Qué hacés?
-Leo – respondí sin mirarla-
-¿Qué cosa? ¿Qué es leer?
-Palabras.”

Pero también encontramos que se realiza en relato indirecto, donde se reproduce la conversación pero no de forma textual:
“Y entonces la niña dijo salú moviendo una mano, levantando la clara inocencia de sus ojos.”
Según el vanguardismo, el tiempo cronológico  no era el que tenía importancia. Por ello la narración no es continua, sino circular. No se relatan sucesos con un principio y fin, en la historia se presentan varias retrospecciones volviendo a sucesos pasados reiteradas veces. Relata momentos del pasado:
“Recuerdo que más de una vez mi mujer, ahora ausente, me había dicho: yo sé que traigo mala suerte.”
Realiza apuntes de su vida actual, o sea, en presente:
Mi situación en Monte es muy mala y bordea la angustia.”
Además en repetidas ocasiones se producen anticipaciones:
“Mucho tiempo pasó antes de que aceptara que había sido yo el inocente.”
El narrador relata en primera persona, ya que la historia se basa en los apuntes de Carr. Éste es por momentos omnisciente, relata situaciones vividas por otros personajes que participan en su vida, por ejemplo, sabe como fue el parto de Eufrasia y la pérdida de su bebé por el río. Pero en otros momentos, este narrador que todo sabe, pierde ésta capacidad y sólo puede asomarse a distintas situaciones, produciendo un vouyerismo. Aquí es donde entra en juego la participación del lector, como lo pretendía la corriente vanguardista  donde el autor exigía presencia de un lector atento que fuese desentrañando los hechos presentados y fuese armando inteligentemente las piezas de la novela. Éste debe realizar hipótesis de lo que sucede, interpretaciones propias, anticipaciones, reconstruir las escenas y llenar esos vacios que se presentan, ya que el narrador no puede acercarnos ellos.
Por este motivo, el lector de la obra debe estar preparado para afrontar la historia, debe ser un lector experimentado, contando con las competencias adecuadas para poder acompañar el relato, y así introducirse en éste.
 Como antes se mencionó, el factor tiempo es uno de los condicionantes más importantes de la historia, pero el espacio donde se realiza la acción también cumple una función primordial y este también nos presenta duda. Todo sucede en Santa María la cual está dividida en varios sectores o zonas y no sabemos en qué país y región se encuentra por ello la adjudicación de un espacio concreto es casi imposible.
Los personajes que encontramos en la vida de Carr no se mantienen durante todo el transcurso. Por momentos encontramos sujetos que pasan a ser una pieza fundamental de su vida como es “el turco” pero que luego desaparecen sin significar una perdida fundamental para la historia, simplemente se disuelven. Generando así una descentralización de los personajes, siendo el ejemplo más claro la participación de Eufrasia que en primera instancia es una pieza fundamental, pero luego va a ser reemplazada por su hija Elvirita que toma un gran status en la historia.
El personaje principal, o sea Carr, es quien nos introduce en su historia durante su vida en Santa María, éste no tiene la capacidad de autodescribirse, pero si lo hacen por él los personajes que van conociendo y lo hace el lector a través de sus acciones.
A través de este personaje principal, Onetti se describe así mismo, lo que genera que por momentos interpretemos que Carr en sí es Onetti, pero por otros sólo es producto de la ficción.
En este caso, lo que genera mayor verosimilitud y nos acerca a la realidad es la intertextualidad que se produce. En esta podemos realizar dos interpretaciones, simplemente para acercarnos aun mas a la realidad o que los objetos o palabras introducidas (“El Liberal”, “La cortesana con el collar de gemas”, Trajano”, “El mito de Sísifo”, “El contenido de una botella de tinta”, etc) significaron para el autor un momento en su vida, un recuerdo imborrable que al hacer esta recopilación de apuntes de su historia le volvieron a la mente y quiso reflejarlos a fin de marcar su vida y cómo esta se fue construyendo, recorriendo los diferentes caminos que el destino decidió que tomara.
A lo largo del relato se abordan una variedad de temas de gran significación. Uno de los que aborda Onetti es la mujer, en esta historia la función del sexo femenino se ve reducida a la de un simple aparato el cual debe satisfacer las necesidades del hombre, por ejemplo, la actividad de Eufrasia era la de alimentar a Carr y sus compañeros, mantener la casa en orden y, si podía,  mantener relaciones sexuales con algún hombre.
La ignorancia ese uno de los temas que se presentan con mayor rigidez, se muestra a un personaje principal que pretende a través de lecturas mantenerse alejado de toda la ignorancia que lo rodea, se ve reflejado desde la pequeña Elvirita que no sabía leer, pasando por Eufrasia, que decide ir a tener su hijo al río, y a causa de esto lo pierde, ya que la corriente se lo llevo. O el caso de los negros, que prefieren pelearse por un trozo de oro y no recibir cada uno el dinero correspondiente.
 Cuando ya no importe, refleja una realidad vista por Onetti a lo largo de su vida, una realidad que genera que el hombre llegue a los extremos y cuando ya nada importa busca de diferentes modos subsistir en este camino el cual nos enfrenta a muchas situaciones y muchos lugares los cuales tienen un poco de esta Santa María donde todo puede ocurrir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario